Bagnaia-Bastianini, un dúo para la historia
Por Mauro García Forti
Luego de una temporada perfecta para Ducati, donde finalmente rompieron su maleficio de quince años sin ganar todos los títulos, los de Borgo Panigale encaran 2023 con el objetivo de repetir su dominación total de este año.
No obstante, a los italianos les tocará además del desafío que supone evolucionar su moto, gestionar una de las alineaciones más poderosas de los últimos años de las Balas de Bolonia.
Desde que la primera foto de Enea Bastianini ya vestido con el mono rojo fue revelada, las conversaciones sobre la llegada de “La Bestia” como nuevo compañero de Pecco Bagnaia no han hecho otra cosa que aumentar, siendo esta noticia uno de los acontecimientos más esperados para el arranque de la próxima temporada.
Sobre el papel, la pareja Bagnaia-Bastianini es un dúo que les podría ayudar a ganar con mucha comodidad los títulos de Equipos y de Constructores, pero el hecho de que dos pilotos con un talento tan grande y con tanta ambición compartan garaje podría poner en peligro la pacífica convivencia que existe en el equipo.
Por un lado tenemos a Bagnaia, el líder indiscutible de la escudería que, con su velocidad, su constancia y su habilidad para gestionar las carreras se llevó el campeonato del mundo hace ya casi un mes, firmando una remontada histórica recuperando 91 puntos de distancia y convirtiéndose así en el primer campeón italiano con Ducati en la categoría reina del motociclismo.
Por el otro está Bastianini, un piloto que ha demostrado en muy poco tiempo que es uno de los mejores de la parrilla y que merece estar en un equipo de fábrica. Ya en la temporada 2022, con una moto de 2021, mostró un rendimiento excepcional que puso en apuros a los pilotos que manejaban versiones más actualizadas que la suya. Su estilo de pilotaje que gestiona los neumáticos para atacar en las últimas vueltas y su agresividad para adelantar le dieron la oportunidad para ganar varias carreras, terminar tercero en el campeonato y ganarse la oportunidad de su vida, tener una montura que le pueda dar su primer campeonato del mundo de MotoGP en 2023.
Sin ninguna duda, estos hombres son las perlas de una generación italiana que llega pisando fuerte. Los dos dejarán una gran huella en la historia de la competición y de Ducati, pero en la pista los encuentros entre ambos siempre han hecho que los corazones en las tribunas y en los garajes vayan a mil.
Las tensiones que provocaron sus enfrentamientos del año pasado no deben repetirse en el 2023 si no quieren que este nuevo dominio de la marca boloñesa desaparezca de la noche a la mañana.
La gerencia del equipo deberá realizar un gran trabajo para que los intereses de los pilotos no afecten a los intereses de la estructura.
Sin ninguna duda, la próxima temporada podría ser el comienzo de una rivalidad legendaria dentro de un mismo equipo como fueron las luchas entre Rossi y Lorenzo en Yamaha hace una década.
Sólo esperamos que, como fanáticos del buen espectáculo de la velocidad, Ducati los deje luchar en la pista.