Un deportivo monoplaza con motor de hidrógeno, la última propuesta de Alpine

Por S.C.

El hipotético futuro de Alpine se ha mostrado en el Salón del Automóvil de París a través del Alpenglow, un ‘concept car’ que es un claro mensaje de lo que puede venir, y que prepara el camino para los próximos modelos del llamado Dream Garage: la proxima generación de vehículos de la marca, que comprenderá tres modelos exclusivos y totalmente eléctricos. En concreto, un deportivo compacto del segmento B, un crossover GT del segmento C y un sustituto para el A110 actual. Así, el Alpenglow representa el reinicio de Alpine, marcando el comienzo de una nueva era.

Alpenglow representa de esta manera un futuro en el que los coches de carreras, así como las próximas generaciones de productos Alpine, dispondrán de emisiones limpias. Para ello, el hidrógeno verde es una de las soluciones en las que está trabajando la marca para una movilidad sostenible, ya que un motor impulsado por hidrógeno no libera prácticamente nada más que vapor de agua durante la combustión, además de unas emisiones mínimas por la quema de aceite para lubricar internamente el motor.

De esta forma, el Alpenglow es el primer paso de Alpine en el camino a una movilidad limpia, una movilidad que combinará sistemas neutros en carbono, aprovechando la complementariedad natural entre los vehículos que funcionan con una batería eléctrica, los que funcionan con una pila de combustible y los que se valen de motores híbridos de combustión interna que utilizan combustible sostenible, posiblemente hidrógeno verde. Y es que un motor híbrido de combustión interna es respetuoso con el medioambiente pero también viene acompañado del placer de conducir que proporciona esta tecnología, y que no solo incluye la potencia pura, sino también el sonido que tanto se extraña en los eléctricos puros.

Un monoplaza del futuro

En términos de diseño, el Alpenglow es un monoplaza de más de 5 metros de largo, más de 2 de ancho y menos de 1 de alto, en el que el conductor se sienta en la línea central, entre dos tanques de hidrógeno de 700 bares de presión con forma de gota de agua a ambos lados del habitáculo, y que forman un todo con la cabina. De este modo, el interior y el exterior de este prototipo se funden, con una carrocería que parece flotar, envolviendo al conductor.

En la zona externa, las luces del Alpenglow son de los elementos que más destacan. En la parte delantera, una línea roja atraviesa todo el ancho del coche, mientras que en la zona posterior, la luz se vuelve de varios tonos azules, señalando su motor de combustión interna de hidrógeno. Estas luces traseras son abiertas y sirven también para ventilar el vapor de la combustión del hidrógeno, que en contacto con el aire hace que emerja de los limpios tubos de escape un chorro azul.

La vista lateral muestra unas llantas con forma de copo de nieve con estructura transparente, mientras que en la zona posterior, la transparencia continúa con un ligero alerón trasero que hace destacar la función que cumple, pues al moverse reduce la resistencia y aumenta la carga aerodinámica. Los pedales, las levas del volante, los triángulos que albergan el hidrógeno y parte del capó del motor son también transparentes.

La forma del ‘concept car’ Alpenglow optimiza el flujo de aire y, por tanto, aumenta el rendimiento aerodinámico. El frontal, con forma de V, es el punto de partida de la línea roja, mientras que en el lateral hay otra línea que también aporta carácter y que forma una entrada de aire, creando un túnel aerodinámico. Y se ha empleado, en aras del desarrollo sostenible, carbono reciclado, procedente de flujos de reciclaje.

El habitáculo del Alpenglow es transparente y tiene un matiz azulado que permite distinguir al conductor en el interior. Dentro encontramos un volante geométrico inspirado en los coches de carreras de Resistencia LMP1. La base del volante, por su parte, también alberga dos selectores para las distintas funciones incorporadas, que son un reflejo de los coches de Fórmula 1 y LMP1. En el caso del ‘concept car’, estos controlan funciones como el control de pista y la frenada regenerativa. El volante también cuenta con un botón de adelantamiento que desencadena un impulso de potencia. Por último, el conductor dispone de una llave de contacto en forma de prisma que se encaja en el volante.

Foto: Alpine

Fuente: www.elconfidencial.com

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