Análisis Return to Monkey Island: un regreso soñado (PC, Switch)

Por Jorge Cano

El pasado mes de abril muchos jugadores veteranos nos quedamos ojipláticos con el sorprendente anuncio de Return to Monkey Island, el regreso de la mítica saga de LucasArts, que no solo volvía, sino que además lo hacía con dos de sus máximos responsables: Ron Gilbert y Dave Grossman. Un sueño hecho realidad para aquellos que crecimos a finales de los 80 y bien avanzados los 90 con las geniales e inolvidables aventuras gráficas que marcaron a toda una generación, siendo Monkey Island el auténtico referente del género, con esa perfecta mezcla de humor y desafiantes rompecabezas, que nos hicieron estar decenas de horas dando vueltas y probando las combinaciones más inverosímiles de verbos y objetos.

Y ahora llega la gran pregunta, ¿está Return to Monkey Island a la altura de las expectativas? Pues podemos decir que sí, sin ninguna duda, se trata de una de las mejores aventuras gráficas que hemos jugado en la última década, de un género que ha quedado relegado al olvido, fuera de los focos, casi en una escena underground, algo que no acabamos de entender del todo teniendo en cuenta cuánto hemos disfrutado jugando al nuevo Monkey Island. Una fórmula con más de 30 años a sus espaldas y que no solo no ha envejecido, sino que nos atreveríamos a decir que se siente fresca en pleno 2022, por la falta de juegos de este estilo.

Un baño de nostalgia

Para bien e incluso en ocasiones un poco para mal, Return to Monkey Island es todo un baño de nostalgia desde el primer minuto hasta el último, con constantes referencias a los juegos anteriores. Sin entrar en detalles porque no queremos estropear ninguna sorpresa, volvemos a recorrer muchas de las localizaciones del juego original, así como vuelven algunos de sus personajes más carismáticos, y ya simplemente por esto los fans se lo van a pasar en grande, gracias también a la afilada y divertida pluma de Ron y Dave, que han escrito la aventura al alimón, y que no han perdido el mojo pese a todo el tiempo transcurrido.

Para muchos jugadores volver a la isla Mêlée es uno de los mejores regalos que nos ha hecho el 2022.
Para muchos jugadores volver a la isla Mêlée es uno de los mejores regalos que nos ha hecho el 2022.

Prácticamente la primera mitad del juego es como el episodio VII de Star Wars, una especie de remake nada disimulado de la aventura original. Es en su segunda mitad, y especialmente en el último tercio, cuando empiezan a proponer cosas realmente nuevas, y además el desarrollo se vuelve mucho más abierto, a lo Monkey Island 2, ofreciendo los mejores momentos, con un diseño de puzles excelente, sin duda donde más brilla. No esperéis una gran historia, que además no es algo que nunca le preocupara ofrecer a la saga, y sí situaciones absurdas y divertidísimas, con diálogos cómicos e individuos tan excéntricos como entrañables. Es quizá aquí donde más falla esta secuela, ya que pone todo el peso en los múltiples regresos y cameos, pero no han conseguido crear personajes que vayan a quedar para el recuerdo. Es tan autorreferencial que cuesta recomendarlo como juego con entidad propia sin haber jugado a los anteriores, aunque sí podrías disfrutar de su excelentes puzles, al margen de los diálogos y la historia.

Una aventura exquisitamente diseñada

La propuesta jugable es la de una aventura gráfica de toda la vida point and click, aunque apuesta por unas mecánicas sorprendentemente minimalistas, y que funcionan a la perfección. Todos los elementos que encontramos en los escenarios tienen una o dos tipos de interacciones como mucho, clic izquierdo o derecho del ratón, y esto en combinación con el inventario, en el que vamos acumulando multitud de objetos, es suficiente para crear una intrincada aventura gráfica, como las de antes, con una gran mayoría de los puzles basados en recoger elementos de los escenarios y saber dónde utilizarlos.

Su minimalista gameplay no traiciona ni un ápice el espíritu jugable los originales.
Su minimalista gameplay no traiciona ni un ápice el espíritu jugable los originales.

Si jugamos con un mando controlamos al personaje directamente, y para poder interactuar con los elementos de los escenarios estos vienen señalados de antemano con un pequeño círculo, que seleccionamos con el stick derecho. Esto en nuestra opinión hace que pierda el desarrollo un poco de gracia, ya que parte del disfrute de estas aventuras clásicas está en rastrear el escenario con nuestro ratón, buscando puntos de interacción u objetos. No es que haya momentos de pixel-hunting, pero le quita parte del encanto, así que la experiencia más auténtica nos parece sin duda jugar con el ratón.

Al comenzar nos dan a elegir entre un modo casual, con puzles más fáciles, y uno difícil, que más bien sería el “normal”, como ya ocurría en Monkey Island 2, algo que nos ha parecido un tanto innecesario, ya que incluye un sistema de pistas en ambos modos, que nos da la solución de los puzles si así lo queremos. Esto es algo que siempre ha generado molestias entre los más puristas, pero el motivo para haberlo incluido nos parece totalmente lógico, ya que si te atascas y no tienes paciencia y te vas a ir a buscar la solución a Google o Youtube, pues para eso que no tengas que salir del juego.

Os recomendamos encarecidamente que no recurráis al sistema de pistas. Paciencia y pensad que quizá pasen muchos años hasta poder disfrutar de un nuevo 'Monkey'...
Os recomendamos encarecidamente que no recurráis al sistema de pistas. Paciencia y pensad que quizá pasen muchos años hasta poder disfrutar de un nuevo ‘Monkey’…

¿Es muy difícil Return to Monkey Island? Pues para un veterano del género curtido en mil batallas la verdad es que no lo es demasiado, aunque siempre es desafiante, y a diferencia de los originales no hay puzles absurdos, todo tiene cierta lógica y siempre te dan pistas si estás lo suficientemente atento, lo que hace que sea muy satisfactorio. Nos habremos atascados unas tres veces en toda la aventura, lo que también es parte del disfrute del género, el volverte un poco loco intentando dar la solución. Pero el desarrollo siempre fluye, con un ritmo perfecto, y con una dificultad muy bien medida, algo que nunca es sencillo en este tipo de juegos.

Nos ha durado poco más de 9 horas, y lo hemos devorado, se nos ha hecho hasta corto, si sois fans del género y especialmente unos enamorados de Monkey Island lo vais a pasar en grande, con una sonrisa en la cara desde el principio hasta el final, puro goce y disfrute, es divertidísimo. Es toda una lección de cómo diseñar una buen aventura gráfica, y demostrando Ron Gilbert y Dave Grossman su veteranía y talento, estando sorprendentemente en forma para lo poco que se prodigan.

Su polémica dirección artística

Si bien en un principio el anuncio de Return to Monkey Island fue toda una celebración, las cosas se torcieron un poco con el paso de las semanas cuando se empezaron a ver las primeras imágenes, y algunos fans alzaron las antorchas criticando su dirección de arte, a cargo de Rex Crowle, el talentoso diseñador y artista de Media Molecule. Junto con la música no hay nada más subjetivo en la valoración de un juego que su apartado visual, en concreto su estilo artístico, pero tenemos que decir que a nosotros nos ha encantado visualmente. ¿Es el estilo que hubiéramos preferido para un regreso de Monkey Island si nos hubieran dado a elegir? Puede que no, pero eso no quita que el resultado sea realmente bueno, es un juego muy bonito, tanto en lo técnico como en lo artístico.

Aunque su dirección artística no ha sido del agrado de todos, finalmente el resultado es muy bueno.
Aunque su dirección artística no ha sido del agrado de todos, finalmente el resultado es muy bueno.

Con unos escenarios que tienen vida, con elementos en movimiento y muchos detalles, animaciones muy buenas de los personajes, e incluso escenas cinemáticas muy chulas en algunos momentos. Luce estupendo, y más si tenemos en cuenta que no deja de ser un título indie, por mucha que pertenezca a una saga tan mítica. Estamos seguro que muchos de los que lo han criticado cambiarán de opinión cuando lo jueguen.

El broche de oro lo pone el sonido, con el regreso de Michael Land, Peter McConnell y Clint Bajakian, que ya trabajaron en los juegos originales, y que han compuesto una preciosa banda sonora orquestal, que recupera a la perfección el espíritu de la saga, reimaginando sus inolvidables melodías y creando otras nuevas que acompañan a la perfección. Y también repite Dominic Armato como la voz de Guybrush Threepwood, simplemente genial, que ha vuelto a realizar un trabajo fantástico, siendo uña y carne con uno de los personajes más carismáticos de la historia de los videojuegos. Por último comentar la buena traducción al español, nada fácil teniendo en cuenta los constantes juegos de palabras marca de la casa.

¡Larga vida a las aventuras gráficas!

Esperamos que disfrutéis del viaje tanto como lo hemos hecho nosotros.
Esperamos que disfrutéis del viaje tanto como lo hemos hecho nosotros.

Para un fan de Monkey Island este juego se trata de una doble celebración. Por un lado del regreso de la saga, de su divertida propuesta y personajes inolvidables, con Ron Gilbert y Dave Grossman al mando, demostrando que están en plena forma, diseñando una aventura gráfica fantástica. Por otro, la propia celebración del género, que no entendemos por qué ha caído en el ostracismo, cuando sigue siendo divertidísimo, algo que vais a pensar muchos cuando disfrutéis de Return to Monkey Island, que es todo un regalo para los amantes de este tipo de juegos. Ojalá sea un éxito y sirva de empujoncito a un género que merece mucha mejor suerte de la que ha tenido en los últimos años.

Fuente: www.vandal.elespanol.com

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