El deporte de moda en las escuelas nació en Andalucía, es inclusivo y triunfa por el mundo

Por N.Delgado / K.Hurtado / C.Tur

Durante décadas, hacer deporte en el patio del colegio fue el privilegio exclusivo de unos cuantos. Unos jugaban, otros miraban. Seguro que te es familiar esta escena. Un problema al que una serie de profesores de Educación Física ha puesto solución desde Andalucía con la creación de un nuevo juego que combina aspectos y elementos de varios deportes y, lo fundamental, que es verdaderamente inclusivo.

Se trata del RinGol, que “surge en 2017 fruto de un trabajo de investigación y de la inquietud de varios profesores de Educación Física en Sevilla que veíamos cómo, tanto en las clases como en el recreo, una serie de alumnos era protagonista y el resto de compañeros no era capaz de integrarse y utilizar el deporte como medio de ocio”, tal y como describe Manuel Martín, maestro del Colegio María Auxiliadora Salesianas de San Vicente y presidente de la Asociación Deportiva RinGol.

El éxito de este flamante deporte ha sido instantáneo. Tanto, que se ha expandido con una increíble rapidez no sólo por toda Andalucía, sino también por España (“actualmente —y pese a su juventud— se juega en las 17 comunidades autónomas de nuestro país”) e incluso por diversas ciudades de Europa y Sudamérica.

Tal ha sido su impacto que la Junta de Andalucía lo incluye desde ahora como un deporte modelo gracias a su eficacia y facilidad de implementación en los colegios. Un punto a tener muy en cuenta especialmente en esta etapa, la de la vuelta al cole. “Este año inauguramos nueva ley educativa y en las instrucciones de la asignatura de Educación Física aparece el RinGol como uno de los deportes a trabajar dentro de estas orientaciones dirigidas a los profesores y profesionales aquí en Andalucía”.

La salud y la igualdad como prioridades

Paliar la obesidad infantil y conseguir una inclusión real. Son los dos principales objetivos con los que nació este deporte. Para el primero, “necesitábamos que fuese muy práctico y vistoso y que los alumnos tuviesen un compromiso motor elevado“. Para el segundo, “desarrollamos un reglamento inclusivo pensando en niños y niñas con discapacidad motora y/o discapacidad visual“, nos explica Manuel. “Por ejemplo, que el balón de juego sea amarillo fluorescente responde a este objetivo. Cada una de las reglas del RinGol está pensada para promover la inclusión”.

“Es un deporte cooperativo e inclusivo que bebe de gestos deportivos del fútbol, del balonmano, del baloncesto, del voleibol e incluso del rugby, en el que dos equipos mixtos tratan de meter el balón en una portería o en un aro dando dos toques por jugador como máximo. Esto hace que el deporte sea muy fluido y no haya jugadores que destaquen tanto, sino que se igualen las fuerzas. Es un deporte obligatoriamente mixto; en los equipos tiene que haber chicos y chicas. Vemos que todos tienen una gran motivación cuando juegan de esta manera”, dice Ana Pérez Reinoso, maestra de Educación Física del Colegio San Agustín de Sevilla.

“El RinGol es un instrumento maravilloso para incluir en distintas actividades: en centros educativos, en ayuntamientos, en campus de verano… funciona maravillosamente bien. Es un deporte total y absolutamente inclusivo al que pueden jugar chicos con algún tipo de discapacidad. La reglamentación lo tiene previsto de forma que las jugadas pasan por ellos, para que participen de forma real. Este tipo de actuaciones es muy satisfactoria, tanto para quienes practican el deporte como para los padres y espectadores”, apostilla Francisco Martín Sojo, maestro de Educación Física en primaria y secundaria en el Colegio Sagrado Corazón de Sevilla.

Andalucía, ejemplo para el deporte escolar

Protagonistas como estos maestros y profesores demuestran que Andalucía es pionera a nivel de educación, innovación e inclusión en el ámbito del deporte escolar. Y lo es también a nivel formativo, pues son muchos los profesionales de la enseñanza vinculada a la actividad física que se interesan por estas experiencias y reciben instrucciones didácticas para ponerlas en práctica en sus propios centros.

“Haremos todo lo posible para que el RinGol esté allí donde sea requerido, teniendo siempre presente que es una herramienta con un fin educativo y un recurso para la integración de los alumnos y las alumnas”, explica Manuel Martín. “Durante el curso formamos a distintos compañeros de Educación Física y a árbitros que luego son invitados a los encuentros. Y gracias a la demanda que está teniendo a nivel educativo, no sólo se queda en los centros escolares sino que hay formaciones dirigidas a los profesionales y estudiantes que serán profesores de Educación Física en el futuro. Se suele trabajar en las diferentes universidades de Andalucía”.

Cada vez son más los centros de España, Europa y otras zonas del mundo, como por ejemplo Sudamérica, que contactan con esta asociación de profesores con el fin de conocer de primera mano los detalles y recibir guía y apoyo para implementar este deporte en sus clases y entre su alumnado. “Sabíamos que podía tener éxito al ser un deporte que nace dentro de la escuela, pero su expansión ha sido más rápida de lo que alcanzábamos a imaginar”. Un triunfo con origen y sello andaluz.

Fuente: www.eldesmarque.com