Sigue estos trucos y no te deshidrates haciendo deporte en verano

Por Sección Vidae

La temporada de verano se caracteriza por la llegada del calor y, habitualmente, se presentan las temperaturas más elevadas del año. Además, a causa de los efectos del cambio climático, empiezan a ser comunes las olas de calor en nuestro país y en otras partes del mundo. De hecho, su incidencia es tal que recientemente se ha decidido poner nombre propio a estos fenómenos meteorológicos, tal y como se hace en otros casos, como las borrascas y huracanes.

Durante la temporada de calor es conveniente mantener la hidratación en todo momento y evitar exponerse a las horas del día de mayor incidencia. Sin embargo, las personas que acostumbran a hacer deporte a lo largo de todo el año no suelen detener sus rutinas de entrenamiento durante el verano, pues sería complicado pasar una vida sedentaria durante tres meses seguidos.

No obstante, deben procurar implementar costumbres que fomenten la buena hidratación durante todo lo que dure la actividad física. Esto es lo que puede detener la aparición de graves problemas como la deshidratación o el golpe de calor.

Los efectos de la deshidratación cuando se está practicando deporte son notables y pueden derivar en situaciones bastante peligrosas. Este estado se caracteriza por el aumento de la frecuencia cardíaca con el fin de nivelar la temperatura corporal, la percepción mayor de esfuerzo ante obstáculos menores y el consumo acelerado de los hidratos de carbono.

Lo fundamental para hacer deporte en verano de manera segura es permanecer bien hidratado en todo momento, y esto significa que no se debe tener sensación de sed en ningún momento. Cuando tenemos esta percepción es síntoma de que la deshidratación ya ha comenzado.

Para ello se pueden emplear una serie de trucos que son los siguientes:

• Beber de forma regular se tenga sed o no y hacer una buena ingesta de agua un par de horas antes de comenzar el entrenamiento.
• Cuando se está haciendo deporte se debe beber cada 15 o 20 minutos.
• La mejor temperatura del agua durante los días de calor será de unos 15 grados.
• Tras la práctica deportiva se aconseja beber la misma cantidad de agua que el peso perdido durante el entrenamiento.
• Si el ambiente es caluroso en extremo, es aconsejable ingerir bebidas que contengan sales minerales.
• Consumir fruta fresca tras el deporte es positivo para reponer tanto los líquidos como los hidratos de carbono empleados.

Estas son pautas para mantener una hidratación adecuada en días en los que la temperatura es alta. Sin embargo, ante el exceso de calor o durante las olas de calor, lo más conveniente es retrasar el entrenamiento a otro momento en el que la temperatura sea más adecuada.

Si se da una deshidratación en nuestro entorno, es importante actuar con rapidez y llamar a los servicios médicos. Mientras estos no llegan, habrá que llevar a la persona afectada hacia un ambiente fresco y proporcionar agua en pequeñas dosis. Es útil abanicar al afectado y retirar toda la ropa que sea posible. Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.

Foto: Mundo Deportivo

Fuente: www.mundodeportivo.com