EL MONO DEL FÚTBOL VENEZOLANO
Por Richard Méndez
En el coloquio venezolano se acostumbra a usar el término “mono” como sinónimo de deuda y no solamente para referirse al simio. El uso de la palabra se pone de moda cada año cuando aparece la misma noticia, a veces con distintos nombres y protagonistas pero siempre es la misma tragedia. La llegada del mono que sostienen varios clubes con jugadores, cuerpo técnico y proveedores que no encuentran otro remedio que denunciar en comunicados las vergonzosas situaciones que en algunos casos han llegado a pasar de doce meses de salarios que no se pagaron. Podríamos hacer el resumen de cada año y las historias que llevaron al descenso administrativo o a la desaparición a clubes que terminaron siendo más pequeños que el mono que arrastraban.
Esta temporada ya comenzó el desfile de equipos que confían en el silencio de su plantel a cambio de la esperanzadora promesa de que el pago llegará en la quincena. Pasan los meses y el dinero nunca llega, entonces no hay otro camino que denunciar con comunicados emitidos por los afectados y divulgados en redes sociales. Esta semana desfilaron los dos primeros monos de la temporada, Libertador FC y Aragua FC fueron los denunciados por mala paga.
Por mandato de Conmebol cada federación debe otorgar la Licencia de Club a los equipos que cumplan varios requisitos, uno de los cuales es no tener deudas con jugadores ni cuerpo técnico. El que quiera participar en una liga profesional no puede deber plata a sus jugadores ni cuerpo técnico, eso como mínimo para poder inscribirse y jugar el torneo. Es una vergüenza que luego de inscribir un equipo empiece a crecer el mono y como el campeonato arrancó no se fiscaliza ni se castiga al deudor, mientras tanto el futbolista debe hacer magia para pagar la renta, el mercado y los servicios básicos para sobrevivir.
No basta tener las cuentas al día antes de empezar la temporada, es necesario que se mantenga el orden y para ello deben existir mecanismos que penalicen a los deudores sin importar el momento ni la fecha del torneo que se esté jugando. Es urgente garantizarle al jugador que puede vivir de su profesión y erradicar de una vez por todas este vergonzoso desfile de monos en la liga venezolana.
