Mo Farah: el “Sir” que fue traficado y esclavizado

Por Leopoldo Carrasquero

El cuádruple campeón olímpico británico de origen somalí Mohamed Farah se confesó, reveló la verdadera historia de su origen, de como fue traficado, esclavizado y como pudo escapar de todo eso a través del deporte; su historia alcanza niveles aún más dramáticos cuando admitió que ni siquiera su nombre es real, Mo Farah se llama en realidad Hussein Abdi Kahiny y esta es su historia. 

La BBC de Londres, emitió un documental en días pasados donde el aclamado atleta y nombrado Sir Mohamed Farah por la Reina Isabel II en 2017, confesó como realmente llegó a Reino Unido al ser traficado y para ser esclavizado en Londres con tan solo 9 años. 

La historia oficial indicaba que Farah, llegó a Inglaterra acompañado de sus dos padres cuando tenía  8 años desde Somalia en calidad de refugiado. Pero la realidad es que su padre murió cuando Mo tenía solo 4 años víctima de un disparo en medio de los conflictos étnicos que azotan el cuerno de África, región conformada, por Somalia, Eritrea, Etiopía y Yibuti, conflictos que hicieron solo agravarse en 1991 tras la caída de Siad Barre tras 22 años en el poder. 

Cuando el conflicto recrudeció, la madre decidió sacar a Mo de la zona de Gabiley, que pertenece a Somalilandia, un estado separatista dentro de Somalia, y llevarlo donde unos familiares por protección. Cuando el futuro campeón olímpico tenía 9 años, una mujer que jamás vio en su vida llegó a la aldea y le dijo que se iban a Inglaterra y se lo llevó. Sin dar a conocer más detalles, quizás por vergüenza, Farah muy probablemente fue traficado por miembros de su familia. 

Farah confesó que se emocionó porque jamás se había montado en un avión, solo le dijeron que no se iba a llamar más Hussein Abdi Kahiny, desde ahora sería Mo Farah y con documentos falsos consiguieron su estatus de refugiado. Al llegar a Londres supo que todo iría mal cuando le rompieron los papeles donde tenía escrito los contactos familiares y comenzó a ser esclavizado.  

El niño fue obligado a cuidar de otros niños durante años, sin siquiera ir a la escuela ni permitirle aprender inglés. No fue hasta los 12 años cuando empezó a estudiar con todas las dificultades del idioma y comenzó su relación con el deporte. 

En toda gran historia de superación siempre aparece un héroe, en el caso de Farah, fue su maestro de educación física, Alan Watkinson. El profesor vio como la pista de atletismo fue un escape para él, ese niño introvertido cambiaba cuando corría, con el tiempo creció la confianza entre ambos y Farah le confesó toda la verdad. Watkinson, se logró poner en contacto con los servicios sociales británicos que le consiguieron una familia de acogida de origen somalí. 

Para Farah las cosas comenzaron a mejorar, integrarse con la tranquilidad de recibir educación, amor familiar y estabilidad, hizo que se pudiera concentrar en el atletismo, a tal punto que dos años después ya recibía invitaciones para competir en el extranjero, algo que Farah no podía hacer porque no tenía documentación. La nacionalidad británica la tuvo en el año 2000 con el nombre de Mohamed Farah. 

Farah quien consiguió las medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y Río 2016 en los 5.000 y 10.000 metros, confesó que contó la historia para visibilizar el tráfico de personas y la esclavitud, situación en la que cree que todavía muchas personas sufren y que a pesar de todo se considera un hombre con suerte. Esto hable un debate en las política migratorias, no solo en Europa sino en el mundo.

Mientras, Farah sigue visitando Gabiley frecuentemente, ayudando a su comunidad (Un estadio de fútbol lleva su nombre) y visitando a su madre a quien tantos años pasó sin ver. 

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