Gesta del mejor Alonso
Por Jesús Balseiro
Fue bonito mientras duró la lluvia. Fue precioso. El agua embarra el asfalto pero también elimina impurezas y permite que las manos del piloto compensen lo que tantas otras veces, todas las demás, desequilibra la mecánica en el deporte. Llovió en la clasificación de Canadá y Alonso puso el resto, metido de lleno en la pelea por la pole frente a otro gigante, Sainz, y un talento inmenso, Verstappen. El neerlandés se llevó el pulso a tres bandas pero qué importa, el espectáculo es para todos, para siempre. Fernando partirá segundo por detrás del campeón del mundo para luchar por un podio improbable, pero no imposible. “Atacaré a Max en la primera curva”, promete. Carlos será el tercero en discordia con la primera victoria entre ceja y ceja. Y alguno se lo quería perder.
Durante toda la mañana una cortina de agua bañó Montreal y empapó el firme. Es curioso, otras veces la Fórmula 1 se esconde cuando está nublado, pero esta vez era la cantidad de agua perfecta para que el ‘show’ no se fuera por el desagüe. Desde la Q1 hubo pocos accidentes y muchas vueltas, todas al límite, porque la pista cambiaba a cada paso y las décimas se escondían por todas partes. Y en todo momento, sin excepción, Verstappen, Alonso y Sainz se repartieron el pastel. Q1, con gomas de lluvia extrema. Q2, interrumpida por el accidente de Pérez, y los neumáticos intermedios. Y Q3, entonces Russell probó con ‘slicks’, pero la pista no estaba para bromas. Estaba para valientes con talento.
Max voló en los instantes finales en un duelo que parecía frente a frente con Sainz. Para Carlos el primer sector, para Verstappen el segundo. En el tercero todo se desequilibró, casi ocho décimas de renta en total para el campeón del mundo. Pero faltaba la vuelta de Alonso, decisiva, se guardó un intento final después de hacerse un hueco con unos intermedios a estrenar. El asturiano acabó unas milésimas por delante de Carlos, y seis décimas detrás de ‘Mad Max’. Su mejor resultado en parrilla en una década y con 40 años. La edad no importa, importa la velocidad. Importa el talento. La lluvia no engaña. Lástima que la previsión dicte que la carrera, este domingo, será en seco.
Cambio de motor.
Leclerc se lo perdió, solo compareció en la Q1 y no le hubiera importado quedarse más tiempo, de hecho su equipo tuvo que permitirle dar un par de vueltas más bajo la lluvia. Pero Ferrari decidió cambiar la unidad de potencia al completo y saldrá 19º, desde el fondo de la parrilla, así que la jornada del sábado era un trámite para él. El domingo será otra cosa, necesita remontar a la desesperada para que Verstappen no se escape todavía más. Lo suyo parece imposible en Canadá. Lo de Sainz no, la victoria está a tiro. Lo de Fernando, solo lo sabe él.
Foto: CHRIS HELGREN/ REUTERS
Fuente: www.as.com