“Estas olas gigantes en Teahupoo han cambiado la historia del surf a remo”

Por As Acción

Últimamente se está convirtiendo en costumbre hablar de “la mayor sesión de surf o las olas más grandes de la historia” en cada una de las olas más famosas del mundo. Parece, quizás, que si no se dice algo así los medios -y los usuarios- pasen del tema. Realmente no es así, porque lo que hacen los surfistas de olas grandes es tan espectacular que no hace falta subir el tono de las palabras, basta con las imágenes. Aunque la fórmula parece funcionar porque cada vez la utilizan más surfistas.

El último en hacerlo ha sido Nathan Florence, el hermano del bicampeón del mundo de surf, John John Florence (que no tiene más, seguramente, porque las lesiones no le han respetado). El surfista hawaiano estuvo en la mítica sesión de finales de mayo en Teahupoo, la ola que recibe el nombre de un sanguinario rey de la zona que coleccionaba cráneos de sus enemigos. Porque la masa de agua que mueve es tan bestia y la distancia que separa al surfista del arrecife es tan poca que la ola también colecciona unos cuantos cráneos. O por lo menos traumatismos craneoencefálicos y rascaduras y goles por todo el cuerpo.

Volviendo a la sesión de finales de mayo y al vídeo. Nathan Florence ha titulado el clip tipo Vlog -de 20 minutos- con un “la sesión de surf a remo que ha cambiado lo que es posible” en este tipo de surfing en el que no interviene el jet ski, sino que el surfista se vale únicamente de su fuerza y de su propio cuerpo para surfear las olas. Tras un inicio muy Vlog en el que muestran el swell que viene desde un aeropuerto, la verdadera acción empieza a los 5 minutos del vídeo (para los impacientes). Viendo las imágenes está claro que no se puede saber si es o no es la sesión que cambió la historia del surf de olas gigantes a remo o remada, pero sí que es una de las más bestias de siempre.

Al final, con una tabla de surf rota, explica las conclusiones de la sesión, que empezó a remo, con los locales pillando una bomba tras otra y terroríficos wipeouts. Luego subió, pilló con dos caídas, pensó que no era su día pero “así es como funciona”. Sí que lo fue de Matahi Drollet, uno de los locales, sobresaliente una vez más en Teahupoo.

Fuente: www.as.com

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