VERSTAPPEN TODAVÍA MÁS LÍDER TRAS OTRO DESASTRE DE FERRARI

Por Mauro García Forti

Si tenemos que hablar del Circuito Urbano de Bakú, la primera palabra que podría usarse para definirlo sería diferente. Destacando un último sector muy rápido, que se compone de una recta de dos kilómetros en la que se alcanzan velocidades altísimas y otro sector muy revirado que recorre el casco histórico de la ciudad.

Dadas las características del circuito, no había certeza de quién sería el dominador. Red Bull por su velocidad punta o Ferrari en los sectores más lentos.

En los entrenamientos se repartieron ambos equipos el liderato en las tres sesiones y cuando llegó la clasificación, Charles Leclerc demostró porqué está siendo el mejor clasificador en esta temporada al conseguir su cuarta pole position consecutiva para dar esperanza a una Ferrari que venía con ganas de conseguir buenos puntos después del mal resultado en Mónaco.

Por desgracia para los italianos, la alegría del sábado duró poco. En la salida, Leclerc perdía el liderato con Pérez, y Verstappen marcharía pegado al monoplaza del monegasco, por lo que se veía que el Red Bull en ese principio de la carrera marchaba mucho más rápido.

En la vuelta 9, Sainz paraba en una escapatoria por problemas hidráulicos en su Ferrari. Salió el Virtual Safety Car y Ferrari metía al piloto que les quedaba todavía a efectuar una parada para recuperar el liderato.

Por delante, Verstappen incrementaba el ritmo y acababa pasando a un Checo con problemas en sus neumáticos traseros. El mexicano pararía en la 17 y el neerlandés en la 19, regresándole el liderato a Leclerc que volaba con sus neumáticos duros nuevos.

Llegó la vuelta 20 y cuando Charles comenzaba a encarar la larga recta, una humareda proveniente de su motor sellaba el trágico destino de la escudería roja en Azerbaiyán.

De esta manera, Red Bull manejaba un doblete desde la primera mitad de la carrera y se encargaron de traer de vuelta ambos coches a sus garajes gestionando la carrera de manera conservadora para evitar cualquier problema mecánico que pudiese surgir.

Esta situación significó que los acontecimientos de la carrera se desarrollasen de forma monótona, donde destacaron los numerosos fallos mecánicos y el rebote de los coches en la recta que provocaron daños tanto en los monoplazas como en los pilotos.

Claro ejemplo de esto sería el alerón trasero roto de Tsunoda, que los mecánicos tuvieron que reparar de manera muy casera con “teipe” gris o en el caso de los pilotos, los fuertes dolores de espalda de Hamilton que le dificultaron bajarse de su coche al final de la carrera.

Al cruzar la línea de meta por quincuagésima segunda vez, Verstappen cómodamente se llevaba la victoria, dejando a Leclerc atrás en el campeonato, consiguiendo treinta y cuatro puntos de distancia. A su vez, Pérez consigue ponerse segundo en la general de pilotos.

Red Bull sumando otro doblete, le saca todavía más ventaja a Ferrari en el Campeonato de Constructores. Demostrando que, en estos momentos, la escudería austriaca es más sólida tanto en fiabilidad como en estrategia que el equipo de Maranello.

En una semana, la Fórmula 1 regresa a América para visitar a un viejo conocido que había estado ausente desde 2019. El Gran Premio de Canadá espera para coronar a un nuevo ganador.

¿Serán los “Hombres de Rojo” o los “Energéticos”?

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