Por Harold Capote Fernández

Si el nombre del juego es llegar a la base, y los mejores bateadores son los que llegan a la base con más frecuencia, entonces Luis Guillorme es actualmente el mejor bateador de la Liga Nacional.

El infielder de los Mets de Nueva York, que ha sido utilizado escasamente durante su carrera de 5 años, tiene el mayor porcentaje de embasado de cualquier jugador del Viejo Circuito que presente al menos 100 apariciones en el plato. 

Lo que es más, está por delante de potenciales miembros del Salón de la Fama como Paul Goldschmidt y Manny Machado. El venezoalano llega a lagira de los Metropolitanos por la Costa Oeste con un porcentaje .455, mientras Goldschmidt tiene .429 y Machado .422.

Tanto Goldschmidt como Machado han hecho el doble de apariciones en el plato que el criollo, pero eso no es culpa de Guillorme. Todo lo que un bateador puede hacer es maximizar los turnos de bateo que se le dan, que es lo que él hizo durante todo el mes de mayo, al acumular una gran línea de bateo de .414 de promedio, .477 en OBP y 517 de slugging en 66 apariciones el pasado mes. 

En average con el madero y el porcentaje de embasado apuntaló la MLB en mayo, y fue el 10mo promedio de bateo más alto que cualquier Met haya tenido en un solo mes. Con ese desempeño, el mánager Buck Showalter ha debido mantenerlo en la alineación, siendo titular en 12 de los últimos 20 partidos y en cada uno de los últimos 5.

La mejora ofensiva de Guillorme es de tal magnitud, que en lo que va de 2022 liga para .360 puntos, 98 más que el promedio vitalicio que acumla entre 2018 y 2021.

De 27 años, el caraqueño siempre ha sido un bateador obsesivamente paciente, y ahora que los hits empiezan a llegar, parece que ningún lanzador puede mantenerlo fuera de las bases. Por tercera temporada consecutiva, Guillorme se pasea en más del 14% de sus apariciones en el plato.

Del mismo modo, mientras que el resto de los paleadores de la Liga batean el 47,4% de los lanzamientos que ven, él sólo hace swing al 39,4%. Además, esta temporada ha visto 31 lanzamientos que Baseball-Savant define como “lanzamientos de desperdicio”, es decir, envíos que están fuera de la zona de strike y que normalmente tienen como objetivo preparar un lanzamiento posterior o hacer que un bateador haga swing a algo que no tiene ninguna posibilidad de contactar. 

De esos 31 envíos, Guillorme se ha columpiado en cero. Baseball-Savant estima que su disciplina en el plato ha valido tres carreras para los Mets.

Foto: Baseball Svant

Otra de las cualidades que le definen es no ser el tipo de bateador que se autoexcluye. Pero cuando cambia el bate por el guante, es un maestro en convertir las pelotas bateadas en outs. 

Luis Guillorme, cuando se aporta también a la defensiva

Sus compañeros de equipo se han referido a él como un “mago” en el campo, y después de algunas exhibiciones especialmente llamativas en el partido del lunes, Showalter lo elogió por “dar un clinic” en la segunda base. Al alternar entre la intermedia la antesala y el campocorto, Guillorme es uno de los 42 jugadores de campo que este año ha hecho 1 o más outs sobre el promedio (mínimo 100 intentos).

El criollo tiene la facultada de no cometer muchos errores en ninguna faceta del juego. En los términos más simples posibles, una buena ofensiva más una sólida defensa significa que un jugador se clasificará muy bien por Ganancias Sobre Reemplazo. 

Hasta el jueves por la mañana, Guillorme ha valido 1,2 WAR según FanGraphs. De los otros 27 jugadores de posición de la Nacional que han alcanzado ese umbral, él es quien tiene menos apariciones en el plato, por lo que está literalmente aprovechando al máximo su limitado tiempo de juego. 

Showalter se empeña en decir que no considera a ninguno de sus jugadores como de tiempo parcial, tanto porque les da amplias oportunidades de entrar en el juego, como por el estigma mental que conlleva ser etiquetado como reserva. Sea o no una coincidencia, Guillorme ha despegado realmente en su primer año jugando para Showalter.

Si hay algo que criticar es que 25 de sus 31 hits son sencillos. Pero los Mets, un equipo que disfruta felizmente de los brazos de Popeye de Pete Alonso y de los resurgimientos de poder de Francisco Lindor y Starling Marte, no necesitan que Guillorme desmantele la pelota. Llegar a la base frente está completamente bien.

Hasta ahora, nadie en la Liga Nacional está haciendo un mejor trabajo que Guillorme, un hombre que pasó de ser un adorno de la banca bajo Mickey Callaway a ser el favorito de los fanáticos en la era de Luis Rojas y a ser una pieza legítima del primer equipo de los Mets de Showalter.

El venezolano quizás no será una especie de Tony Gwynn durante toda la temporada, pero eso no desmerece lo que ha hecho. En todo caso, su increíble historia es un microcosmos de la temporada de los Mets. Están pateando los dientes de todo el mundo, pero lo hacen con estrellas como Alonso y Lindor, así como con héroes de culto como Guillorme, Nick Plummer y Drew Smith.

La temporada pasada, un récord de 15-15 en junio precipitó el brutal retroceso del conjunto. A fin de mes, habrá que reevaluar la situación, pero gente como Guillorme hará todo lo posible por dejar el sabor amargo de 2021 en el pasado.

Foto: Referencial

Fuente: www.meridiano.net