El inicio de la dinastía de los Warriors: la historia desconocida de Stephen Curry
Por Alfredo Gallegos
Año 1992, All-Star de la NBA en Orlando, Florida, un niño aparece en la toma de los tres finalistas del concurso de triples. Dell Curry de los Hornets, era quien cargaba a su hijo, Stephen, de 3 años. A su lado, Mitch Rimond de los Kings y la leyenda del baloncesto balcánico, Drazen Petrovic, uno de los mejores tiradores de los 80’s y 90’s.
11 años después, en el verano de 2001, el pequeño Steph ya tenía 13 años y estaba en tennessee para jugar en la competición AAU (American Athletic Union).
Su equipo perdió, y el jugó mal, muy mal. Había esperado ese torneo todo un año para estar a la altura y los esfuerzos no fueron suficientes.
Cuando regresó a la habitación del hotel, estaba de mal humor, sintiéndose un perdedor y como les enseñan a sentirse a muchos jóvenes durante estos grandes torneos, una cultura despiadada del baloncesto: como si el basket fuera un camino de vida o muerte.
Fue ahí dónde se dijo castigándose fuertemente:
“Mi papá tomó ese camino para llegar a la NBA, y llegó. ¿Y su hijo? Su hijo ni siquiera puede hacer una defensa contra otros niños de 13 años”
No es que estuviera enojado consigo mismo, más bien, estaba siendo justo con él mismo, en sus palabras, el recuerda algo así como:
“Oh, está bien, ¿eso es todo? ¿Y si no soy lo suficientemente bueno? ¿Esto se ha terminado?”
Fue en ese momento que sus padres se sentaron, en ese mismo hotel y le dieron la plática más importante en la vida del pequeño Curry.
Su madre le dijo:
‘Steph, sólo te lo diré una vez. Nadie puede escribir tu historia, sólo tú. No son esos scouts, ni esos niños más altos y más fuertes. Ni un torneo. Ninguna de esas personas, y ninguna de esas cosas, llegará a ser el autor de tu historia. Solo tu.’
5 años más tarde, fue rankeado en la posición número 256 entre los mejores jugadores elegibles para el ‘high school’. O lo que es lo mismo, ni siquiera entraba en el radar para la NBA, estaba lejos de ser un prospecto interesante.
Y llegó una universidad modesta en su programa de baloncesto de NCAA, llamada Davidson, quien confió en él desde el principio.
Incluso Curry contaba que tenían que compartir la cancha con el equipo de volleyball o que los uniformes eran escasos. Pero esa experiencia en Davidson, en palabras de Stephen, lo hicieron entender y valorar lo que significa construir algo.
Una de las anécdotas que más recuerda Steph, fue cuando alcanzaron el Elite 8 de la NCAA, ante uno de los equipos más poderosos de la nación, ni más ni menos que Kansas.
Ya habían llegado lejísimos, y aún así, aquél partido lo ganarían para sorpresa de todos.
Una noche antes en los pasillos del hotel, casi todo el equipo estaba haciendo sus tareas del colegio. A unas cuantas horas del juego más importante de sus vidas, estaban estresados por sus documentos en word, como cualquier mortal estudiante.
La mayoría de jugadores del equipo sabían que su futuro no estaba en el baloncesto profesional, pese a que estaban haciendo historia.
El joven Stephen Curry se presentaba al Draft del 2009 como uno de los prospectos más interesantes después de sus increíbles actuaciones en la NCAA. Pero aún así, seguía siendo subestimado.
Los Golden State Warriors lo eligieron en la posición número 7 de ese draft, y ahí pusieron la primera piedra de la dinastía que conformarían años después con las elecciones de Klay Thompson dos años más tarde (draft 2011) y Draymond Green tan solo un año después de la elección de Klay (draft 2012).
El resto es historia que ya todos conocemos. Los Warriors han edificado uno de los proyectos más estimulantes de la última década, y ayer, alcanzaron sus sextas finales en las últimas 8 temporadas.
Y lo más increíble es que el proyecto tiene un futuro impresionante, con nuevos jugadores jóvenes como James Wiseman, Jonathan Kuminga y Jordan Poole, y los que se vayan sumando.
Steve Kerr ha sido el maestro y artífice del plan, y Bob Myers, General Manager de la franquicia, su acompañante más leal desde que asumió el cargo en Abril del 2012. Ambos han sido la pareja perfecta detrás de cada elección del draft, pensada sabiamente para seguir con la ideología y estilo de juego del equipo.
¿La dinastía logrará su cuarto anillo? Estamos muy cerca de saberlo…
Fuente: @theplayerstribune
