Una tecnología olímpica que no tiene límites
Por Alexia Columba Jerez
Este verano todos nos hemos enfrentado a las duras condiciones de la ola de calor, con elevadas temperaturas que no dan tregua, un pavimento en plena efervescencia y rachas de viento caliente que ponen a prueba nuestra resistencia. Y mientras, lo que tenemos es un horno hecho a la medida del urbanita que pone a prueba nuestra resistencia. Ésas son las mismas condiciones a las que tienen que enfrentarse los atletas en Tokio, es entonces, cuando uno se pregunta qué lleva a un deportista a soportar largas jornadas, qué lo impulsa a correr cuando lo que queda es solo agotamiento y dolor, y aún tiene que aguantar otras dos horas.
La Carta olímpica comienza diciendo «el olimpismo es una filosofía de vida», se corona al que sale al terreno de juego a competir y ese es un reto abierto a todos.
Así, un grupo de expertos lo asumió trabajando mano a mano con los atletas, porque para algunos la idea es responder a esa necesidad compulsiva de superar los límites. Con ese concepto en mente surgió el proyecto Sub 2, impulsado por amantes de la actividad deportiva. Llevado por Vodafone en alianza con otras empresas internacionales, se puso como objetivo exceder las fronteras de la innovación sujeto a dos grandes cuestiones: ponerse a la altura del deporte de élite, al tiempo que se combate las consecuencias del cambio climático, donde la tecnología y la conectividad pueden ser poderosas aliadas.
Y todo ello puede conseguirse mediante una píldora electrónica que está lejos de ser ciencia ficción. Por eso, Yago Tenorio, director de Red en Vodafone y uno de los responsables del proyecto Sub2, comenta: «Ahora somos capaces de hacer cosas que antes eran más difíciles». Pero es precisamente que sea complicado lo que hace que valga la pena, como para el deportista que intenta batir un récord ante el deleite del espectador.
Buscando la sombra desesperadamente
La sentencia fue clara desde el comienzo: los juegos de Tokio serán los más calurosos nunca registrados. Sebastian Coe, presidente de World Athletics, comentaba al respecto «no es necesario ser un devoto del cambio climático o un negacionista para saber que el mundo se está calentando». Y Novak Djokovic describía las condiciones de los Juegos como «brutales». Casi tres grados más de los registrados la última vez que Japón fue el anfitrión de unas olimpiadas, en 1964. Es ahora cuando debemos enfrentarnos al futuro, entendiendo las cuestiones del presente.
El calor reduce capacidades y aumenta las posibilidades de lesiones, tal como establece Borja Muñiz, fisiólogo del ejercicio y miembro del equipo Sub2. «Se ha demostrado que el deportista a partir de los 41 o 42 grados puede colapsar o incluso morir. Por eso, hemos ideado una píldora que puede proteger la salud de los atletas frente a los golpes de calor y optimizar su rendimiento. La pusimos a prueba en Tokio 2020 con éxito, y las posibilidades y aplicaciones futuras son enormes», explica.
Este grupo ha ideado una aplicación que pueda retransmitir en tiempo real, a través de un reloj inteligente, los datos biomecánicos y fisiológicos de los deportistas. «Innovamos hasta el caso de uso, es decir para qué puede servir y cómo se va a usar. En el deporte de élite es donde primero se innova, si consigues tener éxito, entonces hay muchos productos que después puedes lanzar para el resto de los consumidores».
Dicho así parece fácil, pero el proyecto comenzó con Yannis Pitsiladis, según relata Yago Tenorio, director de red en Vodafone, fue entonces cuando entendió lo poco que estaba introducida la tecnología en el mundo del deporte. «Yannis, catedrático de Ciencias del Deporte y el Ejercicio en la Universidad de Brighton, nos comentó que para obtener los datos de los corredores tenía que llenarlos de sensores, poner todos los receptores en una mochila y luego, pedalear detrás de ellos, mientras corrían por Kenia>>. Pero había una forma de solventar ese problema.
En suma, el dispositivo en su conjunto consiste en una píldora ingerible, diseñada por la empresa francesa BodyCap que permite monitorizar la temperatura interna de los atletas de diferentes disciplinas deportivas, y a las 24 o 48 horas se ha expulsado del cuerpo. Una vez ingerida, la píldora transmite ondas de radio a unos parches pegados al cuerpo, que a su vez se conectan a un smartwatch, vía bluetooth. Este sistema, junto a la activación de una tarjeta SIM electrónica en el reloj inteligente, componen las piezas clave en la transmisión de datos en tiempo real. Su visualización puede hacerse desde cualquier parte del mundo. El equipo de Vodafone España creó una plataforma virtual capaz de mostrar datos de geolocalización, mecánica de carrera o condiciones ambientales.
Ensayo-error e hitos
El proceso de desarrollo de Sub 2 fue una cuestión de ensayo-error, reconoce Muñiz, profesor de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en la Universidad de Zaragoza. La conexión en directo en el Mobile Congress de Barcelona de 2018 fue el primer hito del dispositivo. Y cuando comenzaron a trabajar con el corredor Kenenisa Bekele, tres veces campeón olímpico, consiguieron dar otro gran paso al poner a prueba la píldora en la maratón de Berlín de 2019. Pero el escenario de Tokio 2020 fue en realidad el más complicado. «Hasta el último momento existía posibilidad de que todo se viniese abajo», reconoce Muñiz. Consiguieron tener ayuda sobre el terreno y seguir el funcionamiento desde cuatro partes diferentes del mundo.La monitarización se realizó en las pruebas de maratón, los 10.000 metros y en los 20 kilómetros marcha.
Kyriakos Exadaktylos, miembro del Grupo Vodafone, destaca que el efecto del calor de esos días pudo verse claramente cuando las televisiones recogían las imágenes de corredores de élite colapsando durante la carrera. Y ese desafío puede verse en este vídeo de Tokio 2020.
El logro de este proyecto es que permite al deportista enfrentarse eficientemente a temperaturas extremas. Muñiz, que ha estado estudiando los datos de Tokio 2020, y establece que la temperatura corporal más alta la observó en ciclismo con 41,8 grados. En ese sentido cabe mencionar que alrededor de los 42 grados empieza a haber muerte de tejidos y órganos.
Lo bueno de esta tecnología es que se puede conectar cualquier sensor y seguir en tiempo real el rendimiento del deportista: desde la glucosa en sangre, para saber cuándo y cuánto debe beber un maratoniano, al calentamiento óptimo a realizar, previo a la competición, en los deportes de invierno o analizar la biomecánica del pie en los esquiadores para mejorar sus movimientos. Como Muñiz reconoce «se ha avanzado un escalón en la telemedicina y los límites los vamos a poner nosotros», todo depende de la voluntad y creatividad para dar con nuevas formas de mejorar las ideas.
Japón ha hecho que otros grupos de deportistas se interesasen por Sub2, y la ha solicitado expresamente la Federación de natación española y la Asociación de Gran Bretaña de triatlón. Asimismo, tienen confirmada la invitación para los Juegos Olímpicos de invierno 2022 en Shanghái. Tenorio matiza, «ahora podemos conocer mejor al atleta y así afinar más, al tiempo que el deportista aprende algo de sí mismo». Pero esta innovación pretende superar nuevas metas y abrir la puerta a aplicaciones pensadas para bomberos, militares, personas mayores, niños...Para Tenorio es una ocasión única con grandes posibilidades. Un sprint hacia un futuro en el que, como cualquier atleta sabe, «las metas se alcanzan, pero nunca terminan».
Fuente: www.abc.es