LLEGA LA OPERACIÓN BIKINI A LA F1

Por Mauro García Forti

Entre las diversas consecuencias que trajo el nuevo reglamento de 2022 a la Fórmula 1, tenemos el efecto suelo, neumáticos de 18 pulgadas, tapacubos y la eliminación de los elaborados componentes aerodinámicos a los que acostumbrábamos a ver el año pasado. En resumidas cuentas, la arquitectura de los vehículos ha dado un significativo cambio.

Muchas veces ya se ha planteado que la figura de este reglamento fue ideada para curar una crónica enfermedad que aqueja a la categoría, y esta ha sido la falta de competitividad entre los equipos y la dificultad para llevar a cabo una persecución cercana al coche de delante.

Sin embargo, todo remedio tiene sus efectos secundarios y este no es la excepción. Los nuevos monoplazas, que presentan un aspecto radicalmente distinto a sus versiones de años anteriores, presentan problemas como son el ya archiconocido “purpoising”, que ha sido uno de los mayores quebraderos de cabeza para los ingenieros en esta fase inicial del campeonato. Este efecto es resultado del retorno del efecto suelo, que provoca que en las rectas los flujos de aire que pasan por la parte inferior del monoplaza hagan que el vehículo comience a rebotar descontroladamente, lo que puede suponer daños en la integridad física de los pilotos.

Como respuesta a este problema, algunos equipos ya han dado con la solución con la instalación de nuevos suelos o de reglajes especiales para evitar el rebote, ejemplos de esto pueden ser Red Bull, Ferrari o Alpine. En el caso contrario tenemos a Mercedes, que con su concepto innovador de talla 0 en sus pontones, todavía siguen batallando con el “purpoising” a esperas de que se introduzcan mejoras en los próximos Grandes Premios.

Por si no había otra sorpresa desagradable para los ingenieros, llegaron los datos de los monoplazas. En 2022, el reglamento de la FIA puso como peso mínimo para los monoplazas la cifra de 795 kg. Como resultado de esto, tenemos el increíble dato de que nueve de los diez equipos de la parrilla tienen problemas de sobrepeso en sus autos, lo que les hace estar lejos del rendimiento esperado a principios de temporada.

El desarrollo tecnológico, que inicialmente se esperaba que se centrara en la creación de componentes aerodinámicos que hicieran ganar décimas, este año ha pasado a que los departamentos de investigación y desarrollo de los constructores estén trabajando arduamente para reducir el peso de sus coches, lo que significaría ganar unas cuantas décimas de segundo que les permitan alcanzar mejores posiciones.

Clara prueba de que este es el principal objetivo sería Red Bull, que a principios de temporada era de los equipos con más problemas de peso en sus monoplazas y era patente en la diferencia que Ferrari le sacaba, pero con el paso de las carreras, los austriacos han traído nuevos componentes aerodinámicos que ayudaban a quitar lastre a sus coches y los signos de mejoría no han tardado en llegar, teniendo en cuenta los brillantes resultados de las últimas dos carreras.

Es tal la obsesión de las escuderías por reducir el peso de sus vehículos, que se han llegado a tomar decisiones drásticas más típicas de décadas pasadas, como es quitar la pintura de los coches. De esta forma, hemos visto que equipos como Williams han pasado de lucir mucho color en sus chasis a llevar el negro de la fibra de carbono e incluso Alfa Romeo, la única escudería que está en el peso correcto, ha decidido eliminar su pintura en algunas zonas del monoplaza para poder instalar grandes actualizaciones aerodinámicas que no comprometan el rendimiento por razones de peso.

Ya en las declaraciones de los jefes de equipo se desvela que gran parte del progreso en términos de velocidad dependerá de cuántos kilos logren bajar con respecto a sus rivales.

Mattia Binotto, Director de Equipo de la Scuderia Ferrari declaró ante los medios que el esperado paquete de mejoras que traerá el equipo italiano para el GP de España supondrá una pérdida de dos kilogramos, que significaría una ganancia de tres décimas. Como respuesta a esto, Red Bull traerá una actualización que se tratará de una reducción de peso de entre 3 y 5 kilos.

Por lo tanto, este año todo trata de adelgazar y está claro que las dos escuderías que han dominado el campeonato hasta la fecha no pararán de intentar disminuir los números en la báscula hasta que lleguen al mínimo de peso establecido o hasta que se queden sin presupuesto, pues no hay que olvidar que el límite presupuestario controla las acciones de los fabricantes y es obvio que llegará un momento en el que las mejoras pararán de llegar, por lo que será vital para ellos llegar al peso adecuado antes de que el dinero se acabe.

Foto cortesía de Williams Racing

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