Un Bagnaia imbatible vence en el show de Márquez
Por Mauro García Forti
Con una atmósfera en la que se respiraba la pasión por las dos ruedas, el Circuito de Jerez Ángel Nieto recibía la sexta cita del Campeonato del Mundo de Motociclismo por fin con las gradas repletas por primera vez desde 2019.
Y si en este Gran Premio de España veríamos volver al público de vuelta a las tribunas, también presenciaríamos cómo un grandísimo piloto estaba de regreso a las posiciones a las que pertenece.
Francesco Bagnaia tuvo un inicio muy discreto de campeonato, cuando se esperaba que fuera la cabeza de Ducati en la clasificación, el italiano descontento con el rendimiento de su Desmosedici GP22, no lograría un solo podio en las primeras cinco carreras.
Sin embargo, toda mala racha termina, y menuda manera de acabar con esa sucesión de malos resultados. En el trazado andaluz, el turinés volvería a mostrar el enorme rendimiento que presentó el año pasado, en donde consiguió ser subcampeón del mundo.
Con una moto que parece que finalmente ha domado, en la clasificación logró la pole position, metiéndole cuatro décimas a Quartararo que saldría segundo y si eso no fuera poco, el líder de la fábrica de Bolonia logró establecer el récord del circuito.
En la carrera, “Pecco” hizo muy buena salida y consiguió establecer una cómoda ventaja con la Yamaha de Quartararo. De esta forma, el italiano se hacía con su primera victoria de la temporada y llevando de nuevo al equipo oficial de Ducati a lo más alto, mostrando una gestión de carrera sólida y una velocidad muy difícil de igualar.
La pelea por la victoria fue inexistente, pero los aficionados tendrían el espectáculo servido con la batalla por la tercera posición.
Ya desde la salida, se formaría un grupo de tres perseguidores que lucharían hasta las últimas vueltas por ocupar el tercer cajón del podio. Estos tres combatientes serían Jack Miller, Marc Márquez y Aleix Espargaró.
Si hay una cosa que caracteriza al Circuito de Jerez es la dificultad que existe para adelantar, hay muy pocas zonas de adelantamiento y si no se está lo suficientemente cerca del piloto de delante, superarlo será prácticamente imposible.
No obstante, para Marc Márquez los límites de lo posible son diferentes. El piloto de Cervera, que poco a poco se va acercando a su mejor versión, deleitó a los aficionados con una actuación impresionante. Durante gran parte de la carrera, el catalán persiguió al australiano de Ducati con la Aprilia de Espargaró justo detrás.
A falta de cinco vueltas, el ocho veces campeón del mundo lanzó su ataque en la curva cinco por el interior, aprovechando un espacio mínimo que había dejado Miller y consiguió defender el contrataque de Jack en el siguiente ángulo.
Marc iba al límite, clara prueba de ello fue el susto en la última inclinación de esa misma vuelta, en la que el español tuvo que hacer una salvada milagrosa cuando ya estaba casi en el suelo y que le hizo perder todo el trabajo hecho cuando un inteligente Espargaró aprovechó la situación para adelantar a sus dos rivales y escaparse con un tercer puesto que no soltaría.
A pesar de la escapada de Aleix, la lucha no terminaría hasta la última vuelta, en la que Márquez pasaría a Miller de nuevo tras lanzarse en la curva Aspar con una derrapada espectacular que haría enloquecer a los espectadores.
De esta manera, Jerez aclara varias dudas que se planteaban los expertos, Pecco Bagnaia y Ducati están de vuelta, Quartararo se consolida como líder del campeonato con una Yamaha que comienza a parecerse a la del año anterior, Espargaró y Aprilia están en condiciones de luchar por un campeonato, por lo que se acaban las concesiones a la fábrica italiana y Marc Márquez parece que
vuelve a recuperar su magia.
Si bien estas respuestas pueden ser efímeras, quizá la visita al mítico Circuito de Le Mans pueda confirmar estas conclusiones. En dos semanas, Gran Premio de Francia.