EAGLE CLUB, EL PRIMER GOLF URBANO DE BARCELONA

Por María Teresa Coca

El deporte del golf y sus profesionales y aficionados se están adaptando a las nuevas tecnologías para hacerlo más accesible, participativo e inmersivo. Ello conlleva algunos cambios respecto a la habitual práctica al aire libre en un

campo de hierba natural. Y cada vez son más las ciudades de todo el mundo que disponen de recintos cerrados con simuladores de realidad virtual que equiparan el juego al que se puede llevar a cabo en un campo exterior. A partir de ahora, Barcelona no será una excepción.

Una iniciativa de emprendimiento, liderada por la empresa Basfl Group en colaboración con varios inversores particulares, acerca este deporte al centro de la ciudad, con la apertura de Eagle Club. Un espacio en la calle Muntaner que hará más accesible la práctica diaria del golf a profesionales y aficionados por medio de las nuevas tecnologías, ya que pueden realizar una ronda en una o dos horas y mejorar el juego. Controlaran el swing —análisis completo de palo y bola mediante grabación de vídeo— a través de datos específicos e información personalizada y evaluaran el vuelo de la bola captando el ángulo de salida, la rotación y la curvatura, y el impacto captando la línea del palo, el ángulo de la cara, la dirección del swing y la rotación.

Varios simuladores de golf, que incluyen un radar de seguimiento, un software de interpretación de la información y un software de realidad virtual para reproducir lo que sería la práctica del deporte al aire libre, permitirán, entre otras cosas, que los golfistas puedan entrenar cuando la climatología no lo permite y que no tengan que salir de la ciudad o esperar al fin de semana para disfrutar de su deporte profesional o amateur.

 La tecnología corresponde a la compañía alemana Trackman que, según los principales impulsores del proyecto, los hermanos Juan y Carlos Bascones, proporciona radares que combinan adecuadamente la capacidad de evaluación y el software de simulación.

Eagle Club, con una inversión de 450.000 euros, nace también como un club deportivo y social, por lo que los clientes más asiduos podrán hacerse socios y disfrutar de ventajas frente a los ocasionales. La cuota trimestral para un socio sin restricciones será de 228 euros mientras que la utilización de un simulador durante una hora es de 30 euros por persona.

Dado su concepto de club, el proyecto parte de la importancia de la formación para perfeccionar la práctica del deporte y para ampliar el número de aficionados. En este sentido, Juan Bascones, alma mater de la iniciativa y consejero delegado de la empresa, explica que quieren “cerrar un acuerdo con la Federación Catalana de Golf para convertirnos en un centro de formación”. De momento, tienen acuerdos puntuales con un grupo de profesionales del golf para impartir clases en Eagle Club, que dirigirá el joven jugador profesional en activo Jorge Feliu Feducci. Como punto de encuentro social, Eagle Club tiene un reducido bar y una tienda con productos y complementos para el golf.

El plan de negocio de este proyecto de emprendimiento familiar prevé una facturación de 250.000 euros en el primer año, gracias a una ocupación del 50%, es decir, unas 15 horas de ocupación diarias y un gasto medio de 120 euros mensuales por usuario. “Si conseguimos acercarnos a estos objetivos, tenemos planeado abrir otro local en Barcelona antes de extendernos a otras ciudades”, concreta Juan Bascones y recuerda que Barcelona es la cuarta ciudad española en tener un golf urbano, después de Palma de Mallorca, San Sebastián y Madrid.

Este tipo de establecimiento está muy extendido en Europa, por ejemplo, en los países con una climatología más adversa y temperaturas más bajas. De hecho, “mientras nosotros empezamos a funcionar en Barcelona, ​​en Suecia estas semanas se abrirá un proyecto con seis locales repartidos por el país. Y hay ejemplos más significativos, como el caso de Corea del Sur con 5.800 locales repartidos por el país”, manifiesta Bascones, médico y ex directivo de Merryll Lynch y Mediaplanning. Por su parte, Carlos Bascones es consultor de comunicación y actual vicepresidente del Club Natació Barcelona.

La radiografía del sector en España dibuja un deporte con 430 campos de golf, de los más de 40.000 que hay en todo el mundo, que disfrutan 269.919 personas —entre profesionales y amateurs con licencia— y que representan una pequeña parte de los seis millones de jugadores activos en Europa.

Respecto a su impacto económico, la práctica del golf genera 11.000 puestos de trabajo directos en España, y una facturación anual de 2.000 millones de euros, en buena parte gracias a la atracción de visitantes extranjeros que, en los últimos años, ha sido de 1,1 millones de turistas, convirtiendo a España en el segundo país del mundo que más turistas recibe por el interés en sus campos de golf. En el conjunto de Europa el negocio se eleva a 15 billones anuales.

Fuente: www.thenewbarcelonapost.com

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