Ferrari golpea primero
Mauro García Forti
El sol se alza rojo esta mañana, tan rojo como la bandera de Ferrari ya izada en la entrada de la sede
de la Scuderia en Maranello. La enseña con el escudo del "Cavallino Rampante" ondeando en este
luminoso día en el pequeño pueblo italiano anuncia que son tiempos de cambio para la escudería
fundada por Enzo Ferrari.
Tras dos temporadas en el limbo, donde no llegó ni una sola victoria y el objetivo era salir del pozo en
el que cayeron en la temporada 2020, regresar a luchar en las posiciones de punta se convirtió en una
prioridad. En 2021, el equipo dirigido por Mattia Binotto mostró grandes signos de mejoría obteniendo
un tercer lugar en el Campeonato de Constructores, que daba buenas sensaciones de que Ferrari
estaba dando pasos en la dirección correcta para volver a competir por ambos campeonatos.
De esta manera llegó el 2022 y su nuevo reglamento, para el que Ferrari se ha enfocado a trabajar en
los últimos dos años. Como resultado de esta labor se presentó el F1-75, un monoplaza con unas líneas
muy agresivas y que por el momento no ha mostrado ninguna debilidad al ver cómo no han tenido ni
un solo problema de fiabilidad. También son notables los progresos en el paso por curva lenta y quizá
el más importante sería el gran salto de rendimiento de su motor con respecto a sus rivales.
La demostración de esta fortaleza la vimos en el GP de Baréin de este fin de semana. Con una velocidad
arrolladora en la clasificación, Charles Leclerc se llevaría la pole position delante del Red Bull de Max
Verstappen, quien lograría colarse entre los bólidos rojos al superar sólo por seis milésimas a Carlos
Sainz.
El domingo, con un ritmo de carrera soberbio y una demostración de temple en su lucha con el vigente
campeón del mundo por el liderato de la carrera, el piloto monegasco le daba a la escudería italiana
su primera victoria de la temporada y conseguía también el punto adicional de la vuelta rápida de la
carrera, firmando así un fin de semana perfecto. Para poner el broche de oro, Sainz adelantó a un
Verstappen con problemas en la dirección a falta de cuatro vueltas para el final, brindándole a la
escudería un doblete que no conseguían desde el GP de Singapur de 2019. El podio lo completó Lewis
Hamilton luego de la catástrofe de Red Bull, al retirarse ambos coches en los últimos giros por
problemas de fiabilidad.
Ferrari sale de esta cita inaugural dando un golpe sobre la mesa y anunciando que está otra vez en la
senda del campeonato acelerando así los corazones de los "tifosi", que llevan esperando impacientes
más de una década para ver a su equipo de vuelta a lo más alto.
Esto no va a ser un camino fácil, puesto que Red Bull se ha perfilado como un duro rival a pesar de su
resultado en el circuito de Sakhir. Tampoco hay que olvidar a Mercedes que, a pesar de estar un poco
por detrás en esta carrera, no existe alma en el paddock que no confíe en que las flechas plateadas
vuelvan a estar en la batalla por este campeonato.
Así pues, la primera función del Gran Circo ha concluido y sólo nos queda esperar a que empiece la
siguiente en siete días en el veloz y angosto circuito urbano de Yeda, en Arabia Saudí, para ver si izarán
otra bandera en Maranello o les devolverán el golpe.