EL DERECHO DE ABUCHEAR A MESSI
Richard Méndez
Tras el fracaso del PSG en la Liga de Campeones a manos del Real Madrid, su afición decidió mostrar su inconformidad con la directiva, cuerpo técnico y varios jugadores. A medida que el anunciador oficial del estadio nombraba cada jugador del once titular de este fin de semana los pitidos y abucheos se hicieron presentes salvo Keylor y Mbappé que fueron ovacionados. Los pitidos aumentaron escandalosamente los decibeles cuando se nombraba a Neymar y seguidamente a Lionel Messi, esto causó un rotundo rechazo e indignación en el mundo del fútbol.
Messi es un histórico del fútbol y sus logros fueron en un solo club, el FC Barcelona, pero no con la camiseta del PSG. El hincha de la capital francesa no debe sentirse orgulloso por lo que hizo Messi antes de llegar a su equipo. En París esperan que Lio se acerque a esa versión que hizo magia en Camp Nou, pero la realidad es que hoy su rol es diferente y también lo es su actitud en la cancha.
La calidad del argentino sigue presente pero no sus piques o sus luchas por recuperar el balón que cada vez son menos. Existe una sensación de no estar a gusto en el equipo. Tal vez su edad tenga algo que ver en el rendimiento, es probable que no se sienta cobijado ni rodeado de la misma forma que en las noches mágicas del Barça. El fanático del PSG no está obligado a elogiar los logros de Messi en Barcelona, simplemente ese no es el club de la capital francesa. Tampoco tiene mucho sentido la indignación del mundo del fútbol como si se tratase del irrespeto a una clase de deidad.
Los grandes jugadores de la historia han sido abucheados en algún momento de sus carreras y Messi no será el último. El fanático que cada semana paga un boleto y compra la camiseta del equipo entiende que así como aplaude y grita un gol, también puede castigar con el abucheo cuando se juega mal o se tiene poca actitud y rendimiento. La única forma de manifestar inconformidad pacíficamente es abucheando y ese es un derecho del hincha.