¿POR QUÉ FRACASAMOS EN LIBERTADORES?

Richard Méndez

Los días previos al debut de los clubes venezolanos en la Copa Libertadores de América se viven con gran ilusión, vamos poco a poco alimentando las esperanzas con una frase que va dando vueltas en nuestra cabeza.  “Este año si”, repetimos con frecuencia a medida que se acerca el partido, entonces descubrimos que la ilusión nunca es suficiente para ganar partidos y que hace falta mucho más para trascender. Hasta ahora ya vimos desfilar al Deportivo Lara eliminado con facilidad por el Bolívar de La Paz y esta semana la goleada que se comió Monagas en su visita a Everton de Chile que con facilidad aplastó a los orientales 3-0.

Los equipos venezolanos no enfrentaron a ningún gigante de la región, no fueron derrotados por Palmeiras ni River Plate. Pero más allá de las derrotas preocupan las distancias que se vieron durante cada partido. Al fanático lo que le molesta es que no se compitió siquiera y que en ambos casos fueron superados con enorme facilidad.

¿Por qué fracasamos en Libertadores? El caso venezolano la tiene la respuesta en muchos factores, empezando por la falta de ritmo e intensidad que se logra cuando tienes partidos y concentración habitual en el plantel. El torneo venezolano culminó el 11 de diciembre y desde esa fecha hasta el comienzo del nuevo torneo de liga habrán pasado más de dos meses. Llegar a un torneo internacional contra un rival que lleva disputadas varias fechas de liga habiendo jugado apenas algunos amistosos coloca a los equipos criollos en una inmediata desventaja de ritmo. De cualquier manera tener algunos partidos de liga no garantiza que se tenga éxito pero sin duda va a reducir diferencias contra otros rivales.

Planificar participaciones internacionales requiere no solo de la logística de hospedaje y vuelos charter como para que el equipo esté preparado realmente, la verdad es que la planificación requiere que los jugadores y cuerpo técnico cuenten con las mismas herramientas de trabajo que la mayoría de equipos en Sudamérica poseen.

Comúnmente los clubes venezolanos aprovechan que tuvieron jugadores destacados durante el torneo para venderlos y hacer caja para levantar sus aporreadas finanzas. Vender a las figuras va mermando la calidad del plantel. Tampoco importa que conserves una gran base del mismo grupo del año anterior o al mismo cuerpo técnico, eso tampoco va a garantizar que se juegue igual porque las ideas y estilos de juego si no se trabajan con frecuencia caen en la imprecisión, vean el ejemplo del Atlético de Madrid de la temporada pasada y la actual para entender que siempre hay que reforzar lo que siempre funcionaba bien. Para trascender en Libertadores se deben disminuir las distancias que hay con otros clubes del continente y no me refiero a los poderosos, me refiero a los que están en los mismos peldaños que nuestros equipos pero que tienen ventajas que los conjuntos venezolanos no están trabajando. En el fútbol no basta con el talento para triunfar, es necesario mucho más para medirse internacionalmente.

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