¿PESA EL PASAPORTE VENEZOLANO?

Por Richard Méndez

Nos frustra con frecuencia ver al futbolista venezolano sin oportunidades de fichar con clubes en Europa, otras veces nos harta ver que los pocos que llegan al viejo continente no se puedan sostener en esas ligas. Se nos hizo común la justificación que ya soltamos casi por reflejo, con una frase que culpa más a la historia de nuestro fútbol que a la actualidad que tenemos.


Hagamos un ejercicio para tratar de entender la dimensión del problema. Supongamos que usted amigo lector es presidente del Real Madrid y que Carlo Ancelotti ha subido a la oficina para decirle que necesitan fichar un volante con características de “10”. Sobre su escritorio reposan cuatro carpetas con el perfil de cuatro grandes promesas de Sudamérica. Las carpetas tienen los perfiles de un brasileño, un argentino, un colombiano y un venezolano. Qué carpeta abriría primero el presidente del Real Madrid? Probablemente echará un primer vistazo al brasileño o el argentino y seguramente la decisión se tome antes de abrir una tercera carpeta. También es probable que de no haber decidido en las dos primeras, se decida a ver al colombiano antes de llegar al venezolano. Obviamente hay un prestigio que hay que ganarse y eso solo se puede construir trabajando y con talento, disciplina y rectitud.


El futbolista venezolano por tiempo estuvo construyendo esa imagen, ganándose las oportunidades en equipos medianos de primera división, varios de ellos lograron sostenerse. Salomón Rondón y Tomás Rincón son parte de esos ejemplos que aún sin pasar por su mejor momento se mantienen en ligas élite de Europa. Casos como la indisciplina de Peñaranda, además de sus lesiones le han visto caer, sin embargo aún sigue jugando en la Segunda de España. Otros jugadores causaron alarma como ver que Murillo deje la Primera de Portugal para jugar en la Liga MX, obviamente es un paso atrás en el nivel de competencia. Otros cambios de aire son solicitados por el jugador venezolano, como los problemas personales que llevarían a Machís a jugar en la MLS, siendo este un salto desde La Liga hasta un club que recién se forma para jugar en Norteamérica.


En la reflexión también hay que agregar el peso de los agentes que manejan a nuestros futbolistas, probablemente pierden batallas contra representantes que llevan años con varios jugadores élite, manejados para engrandecer su prestigio. Todos son ingredientes que van en perjuicio de la carrera del jugador y de la jerarquía internacional de los jugadores que van a La Vinotinto.


La respuesta es que el pasaporte venezolano pesa mucho, pero también pesan la disciplina del jugador, la ambición económica sobre el nivel de competencia y hasta el peso del agente que tenga el jugador. Esta combinación ha llevado a que el futbolista venezolano ya no encuentre tanto espacio en Europa y por el contrario crece en el mercado de MLS o la Liga MX.

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