No existe el “Efecto Pékerman”
Por Richard Méndez
El fútbol venezolano siempre tuvo necesidad de soluciones mágicas. Nos ilusionamos con aquellas victorias consecutivas en la era Páez. Otras veces fuimos más osados y esperábamos tener nuestro “Messi” venezolano surgido de la Masía y nos entusiasmamos con Jeffren que luego resultó ser un fiasco. Hoy es Pékerman el nombre de esa ilusión mesiánica que tanto hemos esperado, al punto de ver a periodistas celebrando que no había información sobre la convocatoria.
Pékerman es sinónimo de éxito, como el obtenido en juveniles de Argentina y en selecciones mayores de Argentina y Colombia. El profe cumple todos los requisitos que tanto hemos esperado para el banquillo Vinotinto. Su estreno fue soberbio, goleando a Bolivia en La Carolina ya muchos se anotaban a pensar que sería un equipo imparable.
El 4-1 en el Centenario fue una cachetada para que pisemos tierra y entendamos que el fútbol no es de soluciones mágicas. No son suficientes buenos jugadores, ni tampoco alcanza con un entrenador de jerarquía mundialista. El fútbol requiere de estructuras y planes. Venezuela tiene los futbolistas, también el cuerpo técnico de mayor reputación en nuestra historia. Ahora hay que acomodarlo todo en los planes y ejecutarlos para que funcione.
El éxito para la Vinotinto no llegará por el “efecto” Pékerman, llegará cuando resolvamos las principales falencias de nuestro fútbol.